Vinculando los minerales bolivianos a la industria europea
Resumen:
Vinculando los minerales bolivianos a la industria europea
El resumen también está disponible en inglés y en neerlandés.
Reporte de introducción
A pesar de que el indio es un metal raro, no es poco común encontrarlo en nuestro diario vivir. Ningún teléfono smartphone puede ser producido sin este elemento. Pantallas planas, pantallas táctiles, luces LED, paneles fotovoltaicos y hasta las ventanas de nuestras casas pueden contener este elemento.
El indio es un metal que ha crecido en importancia desde principios del siglo XXI, muchas nuevas tecnologías se basan en su uso ya que tiene la particularidad de ser transparente en revestimientos finos y seguir siendo un excelente conductor.
La fuente de esta materia prima no siempre es fácil de rastrear. El mercado del indio es muy oscuro. Este resumen ejecutivo es parte de una misión de investigación del proyecto de la Unión Europea “Make ICT Fair” (Hacer TIC justo). Trata de revelar una parte considerable de la cadena de suministro del indio iniciando su investigación en el comienzo mismo de la cadena: unas pocas cooperativas mineras del altiplano boliviano que extraen mineral polimetálico de plata, plomo y zinc; y rastrea esta cadena de suministro hasta la industria europea.
Resumen de la cadena de suministro:
- Es notable que los datos oficiales bolivianos no registren ninguna exportación de indio (MMM, 2019). Esto implica que ni los mineros bolivianos ni el Estado reciben pago alguno por la extracción de este indispensable metal.
- Se estima que Bolivia es el quinto mayor extractor de indio del mundo (Zapata, 2018).
- La plata, el plomo y el zinc extraídos en Bolivia contienen importantes concentraciones de indio.
- Una primera concentración de los restos de zinc es muchas veces hecha por las minas cooperativas mineras. Si estas no cuentan con el equipo necesario, comerciantes locales realizan este proceso.
- De manera individual o en conjunto con todos los miembros de la cooperativa, los minerales son comercializados a comerciantes locales. Basado en el análisis hecho por parte de comerciantes locales, los minerales son pagados al momento de la compra.
- Los comerciantes locales se encargan de suministrar estos minerales a los mayores comerciantes de materias primas del mundo. Los minerales de distintos proveedores son mezclados para alcanzar concentraciones requeridas por comerciantes internacionales que son los que definen la compra y las condiciones del contrato.
- Los agentes bolivianos no tienen control sobre los cargos por tratamiento aplicados, que son fijados por un pequeño oligopolio internacional de refinadores de zinc y comerciantes de materias primas. En Bolivia, no se realiza la fundición de zinc a pesar de que se construyó una planta refinadora en el 2013.
- Después de recorrer alrededor de 500 kilómetros por tierra, la carga arriba a puertos chilenos.
- Luego de recorrer 13.000 kilómetros por mar, parte de estas exportaciones llegan a los puertos de Amberes en Bélgica.
- En promedio, cada año 150.000 toneladas de zinc boliviano arriban al puerto de Amberes (Eurostat, 2013-2019).
- El zinc boliviano, rico en indio, es procesado en Auby (que pertenece y opera Nyrstar), donde también indio es procesado.
- Umicore refina metales raros en Bélgica, en sus plantas de Hoboken y Olen (ambas en Bélgica – la compañía también opera en otros países).
- Umicore basa su producción en abastecimiento secundario, el cual consiste en reciclar de otras refinerías como Nyrstar. Esto significa que los residuos de las materias primas procesadas por otras fundiciones son procesadas nuevamente en instalaciones de Umicore.
- La planta de Hoboken, de fundición de cobre y de procesamiento y refinamiento de plomo, también extrae metales como indio, selenio y telurio. También la plata y el plomo boliviano puede ser posteriormente refinado en Hoboken.
- En 2018, el metal del indio y los polvos del mismo producidos en Francia (Auby, Nyrstar) y Bélgica (Hoboken y Umicore) se exportaron principalmente a los Estados Unidos de América, Japón y Corea del Sur (Eurostat, 2020). Esto representa el 85% de las exportaciones de indio proveniente de la Unión Europea. Los insumos que contienen indio producidos en Alemania (donde Umicore tiene también fábricas) se exportan principalmente a China.
- Todavía es muy difícil recuperar el indio del reciclaje final de productos. Se estima que, en todo el mundo, sólo el 1% del indio se recicla a partir de productos finales (PNUMA,2013) y dentro de la UE la tasa de reciclaje a partir de productos finales fue recientemente reportada en 0% (CE, 2020).
- La producción de indio en Bélgica y en Francia para el año 2018 se estimó en 22 toneladas y en 40 toneladas, respectivamente (USGS, 2020). Los datos de exportación de indio en bruto y de polvo de indio equivalen a 16 toneladas para el año 2018 (Eurostat, 2020).
- Desde que Nyrstar fue adquirida por el Grupo Trafigura, un destacado comerciante internacional de materia prima se hizo difícil de rastrear exactamente el flujo de indio de la fundición de Auby (en Francia).
- En general, las pantallas planas son, con mucho, la aplicación más frecuente del metal indio, constituyendo el 60% de su uso final.
Conclusión:
El marco de diligencia debida de la UE no funciona, ni funcionará debido a que no cuenta con cuatro componentes fundamentales, necesarios para evitar que se sigan violando derechos humanos y se sigan causando daños al medio ambiente:
- No es comprensivo; el marco adoptado por la UE no contiene información detallada que permita un uso estandarizado u homogéneo del mismo, por ejemplo ¿Cuál es la lista de requerimientos para decidir si el caso de estudio se encuentra en un CHARA?
- No es transparente; no existe una estructura definida y obligatoria para que las empresas recojan datos y los hagan accesibles al público, para que cualquiera pueda comprobar su veracidad.
- No existe un esquema de inclusión y responsabilidad hacia trabajadores y comunidades; no existe un procedimiento para que otros actores locales involucrados en el asunto, añadan más información acerca del sitio minero o metalúrgico. Solo la empresa puede realizar esto.
- No existe una estructura de regulación; ninguna institución involucrada tiene el poder de tomar decisiones sobre la diligencia debida, nadie puede supervisar su aplicación o solicitar su cumplimiento.
Metales “menores” como el indio, los cuales son constantemente requeridos en la industria TIC, son extraídos como un subproducto de otros minerales como el zinc, plomo y cobre. Para entender y rastrear su cadena de suministro, es necesario empezar a trabajar desde los mismos sitios de extracción.
Tomando en cuenta la complejidad e incertidumbre en la cadena de producción industrial, los métodos actuales basados en el rastreo de esta cadena de suministro desde el consumidor final, no permite detectar la fuente original de la materia prima utilizada para su producción. Por lo tanto, se están desestimando los problemas que ocurren en las primeras etapas de la cadena de producción.
Recomendaciones:
Existen pocas plantas de fundición y de refinamiento en el mundo que tengan el conocimiento y la capacidad tecnológica para recuperar estos metales. Por tanto, hoy en día, ya se debería contar con una cadena de suministro más justa y responsable, si se hiciera el esfuerzo suficiente para instruir sistemas de monitoreo obligatorio entre empresas de competencia pública (a niveles nacionales e supranacionales), y las pocas refinerías y comerciantes de materia primas que dominan el mercado. Es necesario establecer cadenas de suministro vigiladas, públicas o privadas, si se quiere poner fin a las violaciones de derechos humanos y evitar el incremento de daños realizados al medio ambiente en las primeras etapas de la cadena de suministro de metales.
El Estado boliviano necesita sistemas de rastreo transparentes, para enforzar su propia legislación y aplicar regulaciones a minerales ricos en indio, y otros minerales escasos y valiosos exportadores, que en la actualidad salen del territorio sin pagar ningún impuesto. Sin recibir regalías por sus minerales, las Administración boliviana difícilmente podrá sufragar de manera independiente los costos de impactos sociales y ambientales, a corto y largo plazo, relacionados con actividades de producción minera. Esta deuda socioambiental no debe dejarse únicamente en manos de los bolivianos, sino que las empresas que se benefician de la explotación minera deben contribuir a la mitigación y control de las constantes violaciones a los derechos humanos y contaminaciones al medio ambiente, resultantes de la producción de minerales que estas empresas compran, procesan y venden.
En resumen, las recomendaciones fundamentales del autor:
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- La creación de una cadena de suministro justa es urgente y requiere de la colaboración de los organismos públicos que puedan legislar y hacer cumplir la ley, las instituciones internacionales de vigilancia que puedan informar sobre las cadenas de suministro y las organizaciones de base comunitaria que pueden proporcionar información local para contrastar los datos proporcionados por las empresas.
- Los comerciantes que no puedan garantizar transparencia en la producción de metales que cumplan con los derechos humanos y las normas ambientales, no deberían poder vender en el mercado internacional, especialmente aplicado a las empresas de la UE. Siendo necesario primeramente contar con una estructura legal para recoger, acceder y supervisar esa información.
- La contribución fiscal de las empresas exportadoras de minerales ricos en indio debe ser reportada al Estado boliviano y solicitada al mismo.
- El proceso de refinación de zinc e indio debería realizarse en Bolivia, así generar valor agregado al sistema de producción local y poder cubrir los costos de mitigación de los daños ambientales producto de estas actividades. Esto también repercutirá en los efectos negativos del transporte mundial de minerales pesados.
- Bolivia debe realizar el mitigado las colas generadas por muchos años de producción minera en sitios alquilados a las cooperativas, y hacer cumplir el tratamiento de aguas residuales producto del drenaje ácido del dique de colas. El Gobierno tiene que garantizar el acceso al agua como un derecho fundamental. El agua para uso doméstico y agrícola debe tener prioridad sobre el agua requerida para actividades extractivas e industriales y su calidad no debe ser impactada por estas actividades.
La situación actual también ofrece a las grandes empresas implicadas la posibilidad de marcar una diferencia real a través de su proceso de aprovisionamiento, asumiendo la responsabilidad a lo largo de su cadena de suministro y siendo transparentes con sus clientes. Los productos de las TIC son el resultado de muchos actores a lo largo de una larga y compleja mezcla de cadenas de suministro en varios países. Por lo tanto, los gobiernos deben aplicar un marco mundial adecuado que permita hacer un seguimiento de esa complejidad y detener los daños ambientales y las violaciones a los derechos humanos dondequiera que se produzcan. Sin embargo, todavía es necesario hacer grandes esfuerzos para impulsar el cambio necesario hacia una producción de metales justa y responsable.
Este artículo es parte del proyecto financiado por la Comisión Europea “Hacer que las TIC sean justas: reformar las cadenas de suministro de fabricación y minerales a través de políticas, finanzas y contratación pública”.
CATAPA es uno de sus 11 participantes, que también incluyen la Universidad de Edimburgo (Reino Unido), Electronics Watch, Südwind (Austria), People and Planet (Reino Unido), SETEM Catalunya (España) y Swedwatch (Suecia), entre otros. El proyecto tiene como objetivo movilizar a los ciudadanos de la UE, los responsables de la toma de decisiones y los compradores / contratadores de TIC que trabajan en el sector público de la UE para mejorar las condiciones de los trabajadores y las comunidades a lo largo del sector de las TIC.