Anteriormente, compartimos la triste noticia de que Johan Ferney Aguilar González fue asesinado el 3 de septiembre. Un día después su padre, don Wilder Antonio Aguilar Rodríguez, interpuso una demanda contra la multinacional canadiense Mirandagold por amenazas dirigidas contra él y su familia. Wilder es el líder social de la Vereda Santa Filomena, una comunidad del pueblo de Falan, en Colombia, que se opone a la minería en su hábitat y que actualmente intenta detener los trabajos de exploración de la multinacional en su territorio mediante procedimientos legales.
Hasta ahora no se han presentado cargos contra nadie por el asesinato. La investigación sigue su curso, pero los habitantes de Santa Filomena tienen claro quién está detrás. En una entrevista con Luis Carlos Barrero, voluntario de nuestro socio Comité Ambiental en Defensa de la Vida de Tolima, Wilder habla del impacto del asesinato en su familia y su comunidad, que por supuesto, es enorme. Su familia está destrozada por el dolor y hay mucho miedo en la comunidad y mucho más allá. Pero a pesar de todo, Wilder sigue luchando por un futuro mejor para su comunidad. Vea la entrevista aquí:
Entrevista Wilder
Por si todo esto fuera poco, Wilder volvió a enfrentarse a graves amenazas. Su familia sigue sin estar tranquila. Está claro que el gobierno colombiano no está haciendo lo suficiente para proteger a los defensores del medio ambiente y de los derechos humanos. Junto con nuestros socios, exigimos a las autoridades nacionales y al presidente Petro que tomen medidas urgentes para proteger la vida de Wilder y su familia.
Juntos, fortalecemos a las comunidades en sus luchas locales y construimos alianzas que garanticen una lucha unida para proteger su derecho a decir no a la minería en la región andina.
Lamentamos compartir la noticia del asesinato deJohan Ferney Aguilar González. Aguilar era un defensor del medio ambiente colombiano y también el hijo de Wilder Antonio Aguilar Rodríguez,quien es un líder social y defensor del medio ambiente en el barrio de Santa Filomena, municipio de Falan, Colombia.
Johan Ferney fue asesinado el 3 de septiembre, horas después de una audiencia pública en la Agencia Nacional de Minería, donde tanto él como su padre estaban presentes entre otras 700 personas. En la audiencia pública su padre hizo una denuncia pública sobre las amenazas de muerte que había recibidorelacionadas con la resistencia contra el proyecto minero de Miranda Gold.
Este trágico suceso es un ataque directo contra quienes han luchado incansablemente por defender sus derechos y sus tierras frente a los intereses de las empresas que operan en la región. Este acto es una amenaza para lxs defensorxs del territorio y de los derechos humanos y una advertencia para todos aquellos que se oponen a los intereses de los poderes corporativos.
Exigimos justicia junto a nuestros socixs colombianxs:
Exigimos que se desarrolle una investigación imparcial sobre este acto de violencia, para que no quede impune.
Exigimos a las autoridades ambientales, especialmente a la Agencia Nacional de Minería, la sanción a toda actividad minera hasta que se den garantías de paz y protección a toda la comunidad.
Hacemos un llamado urgente a las autoridades locales, regionales y nacionales para que brinden protección y seguridad a los líderes y lideresas comprometidxs con la lucha por la justicia y la protección de su territorio frente a los poderosos intereses económicos.
Solicitamos a la comunidad internacional que exija al Gobierno Colombiano la protección de la vida e integridad personal de los líderes y comunidades que resisten para proteger sus territorios.
Exigimos el respeto de los derechos humanos y la seguridad de quienes se dedican a la defensa de sus comunidades y de la tierra que les pertenece.
CATAPA sigue el caso de Falan desde hace tiempo Lee aquímás sobre Falan, donde las empresas mineras multinacionales (entre ellas Miranda Gold) están explorando la región para comenzar con sus proyectos mineros a gran escala, mientras que lxs defensorxs del medio ambiente se están levantando para proteger sus tierras. Como se describe en este artículo centrado en Falán, las amenzas la muerte son una práctica común utilizada por las multinacionales mineras para obligar a una comunidad a cumplir con sus planes. Nos perturba y entristece que estas amenazas de muerte hayan ido seguidas del asesinato real de Johan Ferney. Con su muerte, el pueblo de Falan sufre la enorme pérdida de un miembro de su familia y de su comunidad. Les enviamos nuestros pensamientos y nuestra fuerza.
📢 Catapa denounces the murder of the son of the territorial and anti-mining defender Wilder Aguilar. This event occurred hours after Aguilar made a public complaint about death threats related to the resistance against the mining project of Miranda Gold.https://t.co/5lHxcwOSui
Perder la lucha contra la minería significaría desplazamiento, muerte… sería volver del revés las montañas. Sería la desaparición de la cultura oral ancestral. Sería poner a mucha gente en un escenario muy malo, gente luchando por su supervivencia, por el lugar donde viven. Sería perder el río Magdalena, sería perder el río Gualí, sería perder especies endémicas: la rana, la orquídea. La gente se quedaría sin nada. La gente, los animales, el bosque… Sería perder… perder… perderlo todo. Perderlo todo.. – Osiris Ocampo, Falán –
Todo empezó hace unos 400 años, cuando los españoles descubrieron metales valiosos en las montañas de lo que hoy es Falán, un pueblo colombiano de unos 8.000 habitantes. Allí abrieron minas con el objetivo de exportar todo el oro posible a Europa. Estas minas fueron explotadas por la dominación colonial durante cientos de años, tras lo cual siguieron siendo gestionadas por los británicos entre 1890 y 1920. El impacto sobre la comunidad local y la ecología fue similar al que se conoce comúnmente de la minería: contaminación, desorganización social y pobreza. Hay (tristemente) más oro por descubrir en el territorio de Falán. Tres multinacionales esperan iniciar pronto sus proyectos allí. Esta vez mediante minería a cielo abierto, una forma de extracción con mucho más impacto social y medioambiental que los anteriores proyectos de minería subterránea de españoles y británicos. Pero la resistencia es fuerte. Si dependiera de los ecologistas de Falán, estos proyectos no seguirían adelante y la colonización de Falán se detendría ahora mismo.
La Ciudad Perdida, recuerdo de la colonización española
Cualquiera que haya oído hablar del pueblo de Falán, situado en el norte de la provincia de Tolima (Colombia), probablemente conozca también su Ciudad Perdida. Se trata de la atracción turística del pueblo, donde se puede descubrir un hermoso pedazo de naturaleza a pie, haciendo tirolina o escalando paredes. Merece la pena visitarlo.
Aunque el lugar tiene un oscuro pasado. Se pueden visitar las ruinas de las minas de oro y plata de Santa Ana y el pueblo adyacente, que vieron la luz en tiempos de la colonización española en el siglo XVII. El territorio estuvo poblado anteriormente por comunidades indígenas, que fueron expulsadas de sus territorios o empleadas en las minas con la llegada de los españoles. Las minas eran propiedad directa del rey de España, que exigía la ejecución de los proyectos y recibía con los brazos abiertos el oro y la plata extraídos. En Falán, en cambio, tanto la comunidad indígena como un hermoso pedazo de naturaleza fueron borrados del mapa. Este fue el comienzo de un periodo colonial que continúa hoy en día.
Se fundó el pueblo de Santa Ana (actual Falán), habitado por mineros españoles, y durante muchas décadas se excavaron kilómetros de túneles en las montañas en busca de altas concentraciones de oro y plata. Los habitantes de Falán y del cercano pueblo de Frías, en su mayoría descendientes de campesinos del vecino departamento de Antioquia, no se ven a sí mismos como mineros; al fin y al cabo, las minas siempre fueron coloniales y gestionadas por ocupantes. No guardan buenos recuerdos de este periodo. Entre las historias que les vienen a la memoria están las “quebradas” muertas, que son desfiladeros entre dos montañas por los que discurre una fuente de agua. Hoy, debido a la contaminación y al consumo de agua de las minas, apenas se detecta vida animal en esos lugares.
Recesión tras las minas británicas
Tras la guerra de la independencia, las minas se dieron en concesión a empresas británicas y volvieron a funcionar durante décadas. En varios lugares de Falán y Frías (un distrito municipal adjunto a Falán), se reactivaron viejas minas y se abrieron otras nuevas. Se excavaron kilómetros de nuevos túneles en las montañas en busca de altas concentraciones de oro para dedicarse a la minería subterránea. Esto tuvo lugar entre los años 1920 y 1960.
Los habitantes de Falán y Frías no guardan buenos recuerdos de este periodo. Entre las historias que les vienen a la memoria figuran las “quebradas” muertas, que son desfiladeros entre dos montañas por los que discurre una fuente de agua. Debido a la contaminación y al consumo de agua de las minas británicas de hace 60 años, hoy apenas se detecta vida animal en esos lugares.
Pero la historia de la recesión económica y los problemas sociales derivados también se repite una y otra vez. Después de que las empresas decidieran dejar la minería por no ser suficientemente rentable, todo el pueblo pasó por un periodo difícil. Tras 40 años de explotación minera, los residentes se habían vuelto muy dependientes de la minería, por lo que el cierre repentino fue de la mano de la recesión y los trastornos sociales. El crecimiento económico temporal y las oportunidades de empleo en la región se cambiaron rápidamente por un largo periodo de pobreza y recuperación económica. Ésas son las historias que aún circulan en el pueblo, donde la gran mayoría de los residentes dependen de nuevo de la agricultura. Es una forma de ingresos algo más estable, pero la región sigue sufriendo un alto índice de pobreza.
Así que, al igual que en el periodo colonial 400 años antes, la explotación de las compañías mineras extranjeras aportó mucho a Falán. El oro extraído se re-exportaba al extranjero, mientras que en Colombia se quedaban con las secuelas. Sorprendentes similitudes con la colonización española 400 años antes.
Política de ordenación del territorio y neoliberalismo
Además del periodo colonial, las políticas económicas colombianas y, en concreto, los cambios en la política de uso de la tierra también son indicativos de la existencia y el bienestar de los campesinos de zonas rurales. Históricamente, la inmensa mayoría de la población colombiana eran campesinos, habitantes de las llanuras que vivían de la agricultura, la ganadería, la pesca o la minería artesanal, asentados en lugares remotos y a menudo de difícil acceso, en comunidades relativamente autónomas. Desde la década de 1950, la política económica colombiana se ha centrado en configurar la economía de forma más “eficaz” expulsando a las familias campesinas de sus tierras para que las grandes explotaciones industriales y -más recientemente- los monocultivos ocupen su lugar. La historia de esta política económica es sangrienta. Muchos campesinos fueron expulsados o asesinados para que sus tierras quedaran disponibles. Además, esta política económica fue una de las causas de la prolongada guerra civil, y muchos campesinos fueron víctimas de la violencia entre la guerrilla y el Estado. Muchos fueron despojados de sus tierras y de sus vidas en el campo.
En las décadas de 1990 y 2000, bajo la presión de organizaciones internacionales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, la economía colombiana (y el sector minero) se neoliberalizó. Se privatizaron empresas, se debilitaron las regulaciones y el sector se abrió a la economía internacional de libre mercado. Como en el resto de Sudamérica y en muchos otros países “pobres” o “subdesarrollados”, a partir de entonces la extracción la realizaron empresas multinacionales de países “ricos”. Éstas se embolsan con diferencia la mayor parte de los beneficios, pagan pocos impuestos al Estado colombiano (lo que debería conducir al “desarrollo”), mientras que la población local se limita a soportar el inmenso impacto medioambiental, social y económico, sin poder opinar sobre su propio futuro. Las políticas neoliberales internacionales, y en consecuencia la llegada de las multinacionales mineras, es un capítulo más en la larga historia del imperialismo que despojó a los campesinos de sus tierras, y destruyó sus recursos económicos, salud, paz y vida.
Colonización en 2023
La historia aún no ha terminado. Una vez más, hay interés de otros países por el territorio. Tres multinacionales obtuvieron permisos para explorar 36.000 hectáreas en busca de metales preciosos. Esta vez con el objetivo de iniciar la minería a cielo abierto, una forma de extracción que es mucho más perturbadora para la región en general que la minería subterránea por túneles que se realizaba anteriormente en Falán. Esto se debe a que en este tipo de minería, como su nombre insinúa, toda la montaña, incluido el ecosistema, se transforma en un “pozo”, un gran agujero sin vida donde antes había vida. Además, requiere una gran cantidad de agua, utiliza una gran cantidad de productos químicos peligrosos y genera muchos residuos tóxicos.
Preocupaciones justificadas, pues, entre los habitantes de Falán. La exploración por sí sola suscita inquietud, ya que implica perforar agujeros a 200 metros de profundidad en la zona más amplia, lo que afecta a los flujos de agua subterránea y altera la vida en tierra. En Líbano, un pueblo situado a unos 25 km al suroeste de Falán, muchos agricultores se vieron obligados a marcharse después de que la apertura de la mina provocara escasez de agua. Para una comunidad que depende en gran medida de la agricultura, el agua y la salud del suelo son preocupaciones recurrentes. Los orgullosos agricultores hablan de lo fértil que es el suelo de esta región y del futuro que tiene el cultivo ecológico de cacao, café, guanábana, maíz, yuca, aguacate… la lista es interminable. Para muchos, ser agricultor no es sólo una profesión, sino una identidad y una forma de vida. Lo que está amenazado por la exploración minera no es sólo su fuente de ingresos, sino el modo de vida que han construido en y con su tierra. Lo que está amenazado es su hogar y quiénes son.
La comunidad también expresa su preocupación por la biodiversidad. La zona de Falán contiene especies animales especiales que sólo se encuentran en esa región, incluidas algunas especies de aves y también la rana morada o rana púrpura. La pérdida de estas especies, y también de las que aún no se han descubierto, también es motivo de protesta. Todas estas razones confluyen. La preocupación por el agua y los suelos sanos necesarios para su producción, el desarrollo de una dependencia económica, la alteración de la biodiversidad y la destrucción de su hermoso hábitat se resumen en las palabras de Osiris Ocampo, habitante de Falán, “creo que la razón principal [de la resistencia] es el amor: el amor por el territorio”.
Un pueblo dividido
Sin embargo, no todos en Falán están preocupados. Las prácticas agrícolas a pequeña escala no aportan mucho en Colombia, los precios de las frutas y verduras son bajos mientras que cultivarlas implica un trabajo duro. Además, los agricultores pagan muchos impuestos y no reciben ninguna ayuda del gobierno. Este factor, junto con el alto índice de pobreza, hace que muchos esperen con impaciencia las nuevas oportunidades laborales que les prometen las empresas.
En la vereda Cabandia (una vereda es un distrito dentro de un municipio), por ejemplo, Damaris y Nicolás están en solitario en su lucha contra los inminentes proyectos. Atribuyen el apoyo de sus vecinos al éxito de las prácticas de soborno de las empresas, por un lado, pero también al bajo nivel educativo y a la falta de acceso a la información sobre el impacto de la minería. Su vereda es la más alejada del centro del pueblo, donde se encuentra la escuela local. Por ello, muchos niños no van a la escuela y el nivel educativo en general es muy bajo.
Por otra parte, otras veredas, como la vereda Santa Filimena, han optado por no apoyar la minería. Ninguna familia de allí da permiso a las empresas para perforar en sus tierras y colectivamente acordaron no trabajar para las empresas mineras, que contratan a varios residentes incluso antes de la fase de exploración.
Propaganda en la mochila
Sin embargo, la maquinaria propagandística funciona a toda máquina. Las empresas mineras de Falán van muy lejos para convencer a la población de sus proyectos. La multinacional Mirandagold es la primera en Falán en cuanto a estrategias de soborno. Ya han regalado machetes, comida y dinero a los campesinos de la zona. La empresa también donó una ambulancia al hospital local. Incluso crearon un juego especial para los niños de Falán el día de Halloween, con el que podían ganar chocolatinas. La empresa patrocina festivales, luces de Navidad y actividades divertidas. Otros niños recibieron juguetes con el logotipo de la empresa en sus mochilas a través de la escuela. Y la dirección donde queda ubicada la reserva natural ciudad perdida de Falán enviaban, regalos como licores, comidas, anchetas invitaciones a reuniones con personas encargadas del proyecto, cosas que fueron rechazadas por las personas encargadas del manejo y la conservación de la reserva natural. Una empresa que llega a tales extremos para convencer a la población parece ocultar algo turbio… Lea más sobre las estrategias utilizadas por las empresas mineras para penetrar en sus proyectos aquí.
Resistencia y alternativas
¡Pero los Faláneses no se dejan! Apoyados por el Colectivo Ambiental Falán y Frías y el Comité Regional Ambiental en Defensa de la Vida, se organizan protestas con regularidad. Y ello a pesar de las intimidaciones y amenazas. Varios han recibido ya visitas intimidatorias de empleados de las multinacionales y uno de ellos fue incluso amenazado de muerte por la policía local tras iniciar una protesta. Pero ni siquiera eso les detiene. Entre los activistas, la voz es inequívoca: no queremos volver a repetir la historia de Falán.
Tienen en mente un Falán muy diferente. Un Falán en el que la única explotación minera sean las ruinas coloniales de la Ciudad Perdida. Donde florece el ecoturismo y se revaloriza la agricultura.
¿Y ahora qué?
Las próximas elecciones municipales pueden ser importantes. Sólo un candidato, Miguel Rubio, se opone abiertamente a los proyectos mineros. A través de sus propios canales en las redes sociales, lleva años protestando contra los planes emergentes y concientizando sobre el impacto de la minería. Así que las elecciones de octubre serán decisivas.
Lo que Falán necesita actualmente, según Luis Barreto Jiménez, del comité medioambiental local, puede resumirse en tres palabras: organización, educación y campañas. “Necesitamos organizar/unificar a los ecologistas desvinculados y enviar información correcta sobre el impacto de la minería en Falán y Frías mediante campañas ágiles, para contrarrestar la maquinaria propagandística de las empresas”, expone Barreto.
Actualmente se está trabajando duro en ello. Con Catapa, por ejemplo, se están recaudando fondos para trabajar en ello proyecto por proyecto. ¡La batalla aún no ha terminado!
Este artículo es el resultado de un proyecto de investigación realizado por voluntarios del grupo de trabajo de estudio y presión de CATAPA en colaboración con el Colectivo Ambiental Falán y Frías.
¿Te gustaría contribuir?
¿Te conmueve lo que lees y te preguntas cómo puedes contribuir a esta lucha? Una cosa muy real que puedes hacer hoy es hacer una donación para que se celebre el encuentro Derecho a Decir No en los Andes.
Este encuentro es la sexta edición de la semana de intercambio de organizaciones de CATAPA en otoño de 2023 en Ecuador: se trata de una semana de intercambio de conocimientos, habilidades prácticas concretas y estrategias entre las comunidades afectadas para evitar la entrada de proyectos mineros y hacer frente a los impactos de la presencia de empresas mineras en sus tierras. El encuentro fortalece a las comunidades en su lucha local y forja vínculos y alianzas que garantizan una lucha unida para proteger su Derecho a Decir No a la minería en la región andina.
Las organizaciones firmantes expresamos nuestro apoyo y solidaridad con la campaña “Quito Sin Minería” que se está llevando a cabo para realizar una Consulta Popular sobre toda forma de minería metálica en el Distrito Metropolitano de Quito (MDQ) y la región del Chocó Andino.
15 Días de Protestas, 40 Muertos, Más de 400 Desaparecidos: El Gobierno de Colombia Responde con Extractivismo
Tras 15 días de manifestaciones y 40 homicidios provocados por la policía en Colombia, El gobierno de Iván Duque presenta un proyecto de ley para fortalecer la inversión de quienes pretenden explotar Oro en el Páramo de Santurbán.
Han transcurrido 15 días de manifestaciones en Colombia contra las políticas tributarias que pretenden gravar la canasta básica familiar, a pesar de que el salario mínimo de los colombianos está por debajo de los 260 dólares mensuales, y de que la tasa de desempleo en la pandemia ha aumentado en un 16%. Actualmente hay un millón de desempleados más que al inicio de la pandemia en 2020.
El gobierno ha invertido dinero en la guerra, y ha anunciado la compra de 24 aviones de guerra que cuestan más de 4.500 millones de dólares, a pesar de que las cifras de abusos policiales en las protestas van en aumento, con más de 40 manifestantes muertos y unos 500 desaparecidos. El congresista Wilson Arias ha denunciado la compra de más de 14.000 millones de pesos en armas para el ESMAD (Escuadrón Móvil Antidisturbios), la policía utilizada para reprimir las protestas en Colombia.
Colombia está literalmente en llamas, la prensa nacional está sesgada, la información está manipulada, la prensa alternativa es violentada en las calles, incluso a un periodista le han lanzado una granada a la cabeza según la denuncia de la FLIP (Fundación para la Libertad de Prensa).
…el gobierno colombiano sigue fortaleciendo la relación con el gobierno de los Emiratos Árabes Unidos, gobierno que hasta ahora tiene una polémica inversión en Colombia y se trata de la explotación de ORO y polimetales en el ecosistema del Páramo de Santurbán, en el noreste colombiano.
El suroeste del país, donde se concentran las manifestaciones más fuertes, ha sufrido cortes de energía y el bloqueo de las redes de internet, lo que ha imposibilitado la transmisión de la vida de los atropellos que ocurren en la zona. También se ha producido la aparición de civiles vestidos de blanco que se autodenominan “buenos ciudadanos”, estas personas están fuertemente armadas y no hay quien las detenga, la policía las ha escoltado en varias ocasiones.
No suficiente con esto, el 11 de mayo, el gobierno nacional ha decidido proponer los proyectos de ley 296 y 312 de 2020, a través de los cuales se aprobaría el convenio firmado entre el gobierno colombiano y el gobierno de los Emiratos Árabes para la eliminación de la doble imposición en materia de renta y la prevención de la evasión y elusión fiscal y sus protocolos, firmado en Dubái el 12 de noviembre de 2017.
Esto significa que el gobierno colombiano sigue fortaleciendo la relación con el gobierno de los Emiratos Árabes Unidos, gobierno que hasta ahora tiene una polémica inversión en Colombia y se trata de la explotación de ORO y polimetales en el ecosistema del Páramo de Santurbán, en el noreste colombiano.
Este ecosistema abastece de agua a más de 2.500.000 personas en Santander y Norte de Santander, departamento fronterizo con Venezuela. Desde hace 10 años, los ciudadanos se manifiestan en contra de este tipo de proyectos, y hasta la fecha se han detenido 3 proyectos de megaminería en el Páramo de Santurbán.
MINESA se ha encontrado con el mismo panorama que los anteriores inversionistas en Colombia: un pueblo que rechaza la explotación megaminera
Dos intentos de la multinacional Greystar, uno de ellos de minería a cielo abierto y cuya solicitud de licencia ambiental fue denegada. Y el segundo, en el que la misma empresa cambió su nombre por el de ECO ORO y presentó un megaproyecto de minería subterránea en el mismo lugar donde había presentado la anterior solicitud.
La empresa se ha encontrado con la oposición de los ciudadanos. Su proyecto va en contra de los principios de protección del medio ambiente en la legislación colombiana, y en respuesta a la denegación de la solicitud de la empresa, ésta ha decidido demandar al Estado colombiano ante el CIADI (Banco Mundial) por más de 764 millones de dólares.
El tercer proyecto corresponde precisamente al de los Emiratos Árabes Unidos con su empresa MINESA, que pertenece a la filial del fondo soberano del Estado emiratí: MUBADALA. MINESA se ha encontrado con el mismo panorama que los anteriores inversionistas en Colombia: un pueblo que rechaza la explotación megaminera en Colombia y especialmente en las altas montañas de los ecosistemas estratégicos que abastecen de agua para el consumo humano del 80% de la población colombiana.
Así que en enero de 2021 la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) ha decidido archivar esta solicitud de explotación polimetálica, pero la decisión va mucho más allá de una ecuación técnica de los expertos que consideran totalmente arriesgado e inviable un proyecto de esta envergadura en un ecosistema tan frágil como los Páramos en Colombia.
No se trata ‘sólo’ de los 9 millones de onzas de oro y otros metales que explotará el fondo del príncipe emiratí. La decisión es política. Los anteriores gobiernos colombianos (Álvaro Uribe Vélez, Juan Manuel Santos) han realizado transacciones aparentemente ‘desinteresadas’ con el gobierno de los Emiratos Árabes Unidos, las más recientes: una donación de 10 millones de dólares para la reactivación económica de Colombia o la exorbitante suma de 150 tabletas para ‘reducir la brecha digital’ en Colombia, un país con más de 50 millones de habitantes.
Las quejas de los ciudadanos también van más allá de la protección del ecosistema. Hasta el momento, existe un vacío normativo en cuanto a la delimitación de estos ecosistemas, y Santurbán específicamente no está delimitado. No está claro el alcance de los pasivos ambientales, ni se garantiza que el proyecto, por su robusta estructura, no se lleve por delante a las poblaciones que allí viven.
Las quejas de los ciudadanos también van más allá de la protección del ecosistema. Hasta el momento, existe un vacío normativo en cuanto a la delimitación de estos ecosistemas, y Santurbán específicamente no está delimitado. No está claro el alcance de los pasivos ambientales, ni se garantiza que el proyecto, por su robusta estructura, no sobrepase a las poblaciones que allí viven.
¡EL PUEBLO NO SE RINDE! ¡EL AGUA Y LA VIDA SE RESPETAN!
En Colombia desde el 28 de Abril 2021 se adelanta un Paro Nacional en contra de las políticas tributarias, el gobierno en plena pandemia a pesar de que el desempleo ha aumentado en un 14%, ha decidido gravar la canasta alimentaria básica.
Las cifras oficiales afirman que en Marzo de 2020 habían 2.969.000 de personas sin empleo, en marzo de 2021 hay 3.437.000 personas en situación de desempleo según el DANE.
El ministro encargado y quien propuso esta reforma tributaria, Alberto Carrasquilla, ha estado involucrado en millonarios escándalos de corrupción en Colombia, después de 5 días de continuo paro, el ministro renunció. Sin embargo al mismo tiempo ha sido postulado como candidato a presidente del Banco de Desarrollo de América Latina – CAF.
Por la presión de las movilizacones el viceministro de hacienda Juan Alberto Londoño también renunció a su cargo, sin embargo de manera inmediata fue nombrado como el nuevo ministro de comercio en Colombia.
El gobierno anunció que retiraría el documento que propone esta reforma tributaria, pero al día de hoy (05-05-2021) aún se encuentra en el sistema del congreso de Colombia (quien la aprobaría), radicada como solicitud Urgente.
El gobierno colombiano y las fuerzas de seguridad han sido condenados tanto por la Unión Europea como por las Naciones Unidas por los continuos abusos de los derechos humanos contra los manifestantes, los movimientos sociales y la sociedad civil que han salido a la calle para oponerse a las políticas fiscales.
Environmental Defenders are Being Assassinated in Colombia
We are activists of the organisation Catapa, which supports communities in Latin America in their resistance against extractivism. Our most important mission in Belgium is to raise awareness about the origin of nonrenewable resources (like metals), as well as the social and environmental consequences of mining.
As part of Catapa Colombia, we are also closely collaborating with different grassroot organisations in the country, in an attempt to support them as much as we can. In the last few months, especially after the beginning of the Covid-19 pandemic, some really worrying news has been reaching us and we feel we cannot remain indifferent.
The most recent report of the British NGO Global Witness “Defending Tomorrow” revealed that in 2019 alone, 64 environmental activists have been murdered in Colombia, because of protecting their land, their communities and their natural environment. This number is the highest Global Witness has ever recorded in the country, which makes Colombia the most dangerous region worldwide for people defending the environment. The situation has not improved over the last months: In the week of the 21st of October in just two days four social leaders were killed.
The violations towards environmental defenders and their territories should come to an end.
For these reasons we have decided to launch a campaign called #WhoIs KillingThem to raise awareness about the impacts of mining and the increasing number of environmental and social activists being assassinated in Colombia. This campaign starts at the beginning of November 2020 and will end in January 2021. It will include seminars, online events, posts on social media and public actions.
If you are interested in learning more, please check out our current agenda here.
We hope you will join us in raising awareness and standing in solidarity with the environmental defenders on the frontlines.
Anybody interested in collaborating with us as a volunteer or participating in our events can follow us or send us a private message on Facebook and Twitter (@CatapaColombia), as well as write us an email (colombia@catapa.be).
You can also join to our informative WhatsApp Group through the following link
Joins us already this week on 12. November!
Online Cooking Evening “ArePaZ” where the Colombian activist Dayana will teach you how to make traditional arepas while she talks about the current situation for environmental defenders in Colombia.
Las noticias vienen y van. Con las redes sociales como el medio principal de las organizaciones Colombianas de la sociedad civil para que sus historias sean escuchadas, una historia puede ir viral un día y perderse en la información masiva al siguiente. Minas & Territorio tiene como objetivo registrar y compartir estas historias durante más tiempo que solo un hilo viral. Mines & Territory recopila los eventos más notables que se han producido el mes pasado en relación con asuntos extractivistas en Colombia y los resume en inglés para que la información sea accesible para cualquier persona interesada y cree conciencia internacional de las realidades eco-socio actuales en Colombia.
Colección, resumen, traducción y edición por Jonas Adriaensens, Karlijn Van Den Broeck y Dayana Corzo.
Las noticias vienen y van. Con las redes sociales como el medio principal de las organizaciones Colombianas de la sociedad civil para que sus historias sean escuchadas, una historia puede ir viral un día y perderse en la información masiva al siguiente. Minas & Territorio tiene como objetivo registrar y compartir estas historias durante más tiempo que solo un hilo viral. Mines & Territory recopila los eventos más notables que se han producido el mes pasado en relación con asuntos extractivistas en Colombia y los resume en inglés para que la información sea accesible para cualquier persona interesada y cree conciencia internacional de las realidades eco-socio actuales en Colombia.
Colección, resumen, traducción y edición por Jonas Adriaensens, Daniela Marques, Yoline De Mol, Karlijn Van Den Broeck y Dayana Corzo.
Open Min(e)d International Speakers Tour 2020 – An overview
The extraction of life, gold and oil
We at CATAPA look back with pride at the 11th edition of the Open Min(e)d International Speakers Tour: the extraction of life, gold and oil. Hong Kong based speaker Lap Hang Au zoomed in on the unnessaccary poor labor conditions for workers in ICT factories in China. Yefferson Rojas Arango took us to Colombia and told us of his experience fighting the extraction of gold, a basic resource in all our ICT products, in his own hometown. And lastly, Antonella Calle Avilés put the ecological and social consequences in the spotlight of the extraction of oil in Ecuador.
Over the course of one week these three highly inspirational people toured through Flanders sharing their experiences with young and old, during fun events and interesting guest lectures they reached up to 1100 people with their stories!
Our week started at Breakfast with a Rebel, where Antonella was one of six rebels people could sit down with at the breakfast table. Over coffee and delicious vegetarian food she talked about extractivism and feminism.
Antonella was present at the very first edition of GEC Talks at the Gentian Ecological Centre, together with two other strong woman telling inspiring stories about gender equality and environmental justice.
Antonella, Yefferson and Au taught their guest lectures at KU Leuven, the University of Ghent, Arteveldehogeschool, HoGent, VIVES Brugge, the University of Antwerp and the Electronic Institute ELEC. Addressing classes of sociology, ethics, cultural history, social work, business management and many more. By the end of the week Corona countermeasures restricted our ability to visit the schools, but luckily we found creative online solutions for a couple of the lectures.
Our guest speaker Au even reached the Flemish Parliament at a conference on the Green Transition, by giving a presentation on the working conditions in Chinese factories where batteries for electric cars are made. He also was the keynote speaker during a webinar in a series directed to big buyers of ICT organised by the Fair ICT Flanders project.
All three speakers attended the network workshop Internationalisation of the Extractivism Struggle, exchanging experiences, tips and tricks on how to create sustainable and international alliances.
CATAPA is grateful for our amazing guest speakers, who were so motivated to share their stories, for their strength and determination in relation to their fight, for protesting against large companies which give too little voice to local communities and workers. This is why CATAPA organizes the Open Min(e)d tour every year, to say aloud what should have been recognized years ago and which despite today’s means of communication remains too discreet. Thanks to the help of our many Catapistas, it is possible each year to open the eyes of Flemish citizens, continue to learn that there are many alternative ways of consuming. So that together we may change.
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